Descontento y enfado en Alicante después de que este martes se haya aprobado en el Consejo Nacional del Agua del Plan Hidrológico del Tajo, un plan que aumenta el caudal ecológico del río en Aranjuez y que vuelve a suponer un recorte de agua para los agricultores de la Vega Baja.
El presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, ha calificado como "una rendición sin precedentes" lo sucedido en el Consejo. El hecho de que el president de la Generalitat se abstuviese en la votación del Plan Hidrológico es para Mazón uno de los mayores agravios del Consell a los intereses hídricos de la Comunidad Valenciana.
En la práctica, la aprobación del Plan supondrá un nuevo recorte del travase al aumentar los caudales ecológicos.
Los empresarios alicantinos también han mostrado su rechazo a esta situación, quienes recuerdan que el agua también es necesaria para el turismo y la industria.
El presidente de Cámara Alicante, Carlos Baño, ha declarado que "no podemos callarnos con el agua como tampoco nos hemos callado con el resto de injusticias que se han cometido", haciendo alusión a los Presupuestos Generales del Estado.
El alcalde de Alicante, Luis Barcala, también se ha sumado a las quejas. "No podemos ir acumulando agravio tras agravio desde el Gobierno socialista de Sánchez y Podemos. Puesto que esto parece que no tiene límite en lo que respecta a la provincia de Alicante, ya no rogamos, sino que exigimos".
Mazón ha convocado tanto la Comisión Técnica del Puerto como la Mesa Provincial del Agua para buscar consenso, apoyo y unas líneas de actuación conjuntas de cara a revertir la situación.