La tercera edición del Foro La Toja Vínculo Atlántico reunió ayer en Pontevedra a cuatro presidentes autonómicos, dos del partido popular y dos del PSPV, en torno a una mesa de debate en la que se certificó que todos ellos mantienen posiciones comunes. La validez y éxito del Estado autonómico durante las peores fases de la pandemia o la necesidad de una reforma del sistema de financiación son algunas de las cuestiones en las que los presidentes de Galicia y Castilla-León, los populares Alberto Núñez Feijóo y Alfonso Fernández Mañueco, y los de la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, los socialistas Ximo Puig y Emiliano García-Page, mantienen posturas cercanas. También coincidieron en pedir que se les escuche más desde el Gobierno central, en concreto desde el Ministerio de Hacienda, tanto para negociar la financiación como el reparto de fondos europeos para el plan de recuperación. En su intervención, El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha propuesto renovar los pactos autonómicos, con la participación de las propias comunidades autónomas, para actualizar el sistema territorial de España y dar respuesta a problemas como la financiación, la excesiva centralización o el desafío independentista. Puig ha destacaba que esta actualización del Estado de las Autonomías debe realizarse "de manera sosegada" y evitando la "fricción permanente", porque "está en juego el futuro del país". Del mismo modo, valoraba el inicio de la cogobernanza de la gestión política como resultado de la pandemia, y ha abogado por aprovechar "instrumentos fundamentales" como la Conferencia de presidentes, las conferencias sectoriales y el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Financiación autonómica y armonización fiscal El jefe del Consell reivindicaba un modelo de financiación autonómica que contemple el aumento de los recursos destinados a financiar los servicios públicos fundamentales, así como su distribución más equitativa, y defendía la armonización fiscal para "evitar el dumping que genera tensiones innecesarias". El president manifestaba que "está en juego la calidad democrática de España y el estado del bienestar, ya que las comunidades autónomas gestionan tres de sus cuatro pilares", por lo que añadía que es "absolutamente urgente garantizar su mantenimiento". Por ello insistía en que la reforma del modelo de financiación autonómica "no se trata de una guerra entre territorios sino de prestar los mejores servicios públicos en igualdad de oportunidades".