La ciudad de Elche ha congregado casi sesenta mil personas este pasado 10 de abril en la procesión del Domingo de Ramos, un acto muy esperado por la población ilicitana después de dos años sin celebrarse a causa de la pandemia de Covid-19. Las palmas blancas han llenado las calles del centro de la ciudad para acompañar a Jesús Triunfante, en conmemoración a su entrada en Jerusalén, en una procesión considerada como Fiesta de Interés Turístico Internacional desde el año 1997. La comitiva ha salido al ritmo de la música de la Cofradía de la Samaritana y de la Hermandad de la Flagelación y Gloria desde el Paseo de la Estación, donde minutos antes el vicario episcopal ha llevado a cabo la tradicional Bendición de Palmas. Este objeto se coloca posteriormente en los balcones de las casas como símbolo de protección del hogar, una costumbre que tuvo su origen en la Edad Media y que se ha extendido por Occidente a lo largo del tiempo. La figura de Jesús Triunfante ha sido transportada por costaleros de diversas cofradías y hermandades de Elche, al mismo tiempo que otros miembros han paseado junto a la imagen. Detrás de ella se encontraba la Agrupación Musical Nuestra Señora del Rosario de Crevillente, que cerraba la procesión con el sonido de las cornetas y los tambores. Las palmas han tenido un papel muy importante en esta jornada, puesto que han acompañado a la figura en su trono durante todo el paseo. Estas famosas palmas, que además se envían como obsequio a la Casa Real y al Papa, se elaboran artesanalmente en doce talleres de la ciudad que se encargan de todo el proceso para conseguir modelarla lisa, rizada o de solapa y que luzcan perfectas en la fecha prevista. Entre los casi sesenta mil asistentes a este acto denominado ‘Pas de la Burreta’, se encontraba el alcalde de Elche, Carlos González, quien ha reconocido que el sector de la palma blanca ha sido golpeado duramente durante la pandemia, pero que “afortunadamente, gracias la resiliencia del sector, el apoyo municipal y de la ciudadanía se ha superado esa situación y hoy la localidad luce miles de palmas blancas como consecuencia de la recuperación de una actividad que hemos de conservar y de legar a las futuras generaciones”. El Domingo de Ramos es una fecha muy señalada en el calendario ilicitano. El primer dato que se encuentra de esta procesión en el Archivo Municipal de la Ciudad está fechado en 1371, una tradición que viene de lejos. Fotografía: Paula Guillem Llueca