La Conselleria de Educación, desoyendo a los jueces, ha decidido destinar 1.400 auxiliares solo para la enseñanza pública.
La decisión ha generado un enorme enfado en la concertada. Vicenta Rodríguez, secretaria autonómica de la patronal concertada Escuelas Católicas, considera que "el varapalo llevan dándoselo desde el curso 2016/2017". Hasta ese año que gobernaba el Partido Popular, los auxiliares de conversa de inglés podían ir a los centros públicos y concertados. Sin embargo, a partir de ese curso se impide que los centros concertados puedan contar con este personal en las aulas para ayudar a los escolares a hablar inglés.
En su día, la concertada recurrió la decisión, y el Tribunal Superior de Justica le dio la razón. La Conselleria volvió a recurrir la sentencia y ahora, al querer llevarlo al Tribunal Supremo, Rodríguez afirma que "ganan un año de discriminación para nuestros alumnos a la espera de que haya una sentencia firme".
Desde la concertada exigen que esta enseñanza sea igualitaria por su valor enriquecedor para todo el alumnado.