Les Corts ha aprobado hoy la tasa turística. Con 51 votos a favor y 46 en contra, este nuevo impuesto al turismo ya es una realidad.
La tasa, que era una reivindicación de Compromís y Podem, ha salido adelante gracias a las modificaciones que ha sufrido desde su proyecto inicial: no entrará en vigor hasta 2024, será municipal y voluntaria, es decir, cada ayuntamiento decidirá si la implanta o no.
Son muchos los detractores de este nuevo tributo. La síndica del Partido Popular, María José Catalá, lo ha tachado de rendición por parte del Partido Socialista ante sus socios del Botànic.
También el Comité Ejecutivo de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana, que ha mostrado su rechazo a la aprobación de la tasa turística, porque a su juicio sale adelante sin contar con el sector, lastrará la recuperación en la que se encuentra inmerso y restará competitividad a la Comunidad Valenciana.
Incluso dentro del PSPV hay detractores. El secretario autonómico de turismo, Francesc Colomer, que desde un primer momento se ha mostrado contrario a este impuesto, participó en una protesta en Benidorm contra la aprobación de la tasa turística este miércoles.
Este nuevo gravamen irá dirigido a los establecimientos hoteleros, los campings y las áreas para autocaravanas, las casas rurales, los albergues turísticos, las viviendas de uso turístico y las embarcaciones de crucero y yates turísticos cuando realicen escala en un puerto de la Comunidad Valenciana.