A primera hora de la mañana se han iniciado las labores de retirada de la cruz del parque Ribalta de Castellón. Tras casi ochenta años en esa ubicación y después de multitud de protestas contra su retirada, finalmente el consistorio ha procedido a quitar este símbolo cristiano.
El objetivo del Ayuntamiento de Castellón es recuperar el espacio ocupado por el monumento. La cruz va a ser trasladada hasta la explanada de la parroquia de Santo Tomás de Villanueva.
Sin embargo, la retirada ha contado con la oposición, entre otros, de la Asociación de Abogados Cristianos, que se ha concentrado en el parque Ribalta durante esta mañana para protestar contra la decisión del Gobierno de PSOE, Compromís y Podemos que catalogan de "sectaria".
El proceso de retirada consiste en el previo entablillado y sujeción de la estructura, corte del fuste por la base, levantamiento y transporte hasta su colocación en la ubicación escogida por el obispado de la Diócesis de Segorbe-Castellón, al que ha sido cedida la cruz.
El consistorio ha comunicado que el proyecto global cuenta con un plazo de ejecución de seis semanas y un presupuesto de 58.900 euros, más IVA.