La Catedral de Valencia ha acogido este lunes 13 de febrero la Misa de los Enfermos y posterior procesión de las antorchas, actos centrales de la Jornada Mundial del Enfermo, presididos por el Arzobispo, monseñor Enrique Benavent.
Concelebraron el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo emérito de Valencia; los obispos auxiliares de Valencia monseñores Arturo Ros y Vicente Juan Segura; los obispos auxiliares eméritos monseñores Javier Salinas y Esteban Escudero; el Cabildo de la Catedral y decenas de sacerdotes.
El arzobispo de Valencia destacó en la celebración de la Misa de los Enfermos que los cristianos "estamos llamados a acercarnos a los que sufren para hacerles presente el amor de Dios, mostrarles el rostro materno de la Virgen María y que puedan experimentar que no están solos" e invitó a hacer este acercamiento "con actitud de servicio vivido con alegría".
Con motivo del Año Jubilar del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de los Desamparados, la imagen peregrina de la Mare de Déu fue trasladada previamente desde la Basílica, acompañada por enfermos y fieles devotos, hasta la Seo. Allí entró por la Puerta de los Hierros y fue situada frente al altar mayor.
La misa fue organizada por la Pastoral de Enfermos y Mayores del Arzobispado en colaboración con la Hospitalidad Valenciana de Nuestra Señora de Lourdes.