La recién aprobada ley de vivienda se ha encontrado con una amplia oposición. Entre sus detractores se encuentran aquellos que trabajan en las transacciones inmobiliarias, los agentes de la propiedad, que lo tienen claro: las nuevas disposiciones no conseguirán que haya más viviendas disponibles.

Una ley que no contenta a nadie y que no soluciona el principal problema de los ciudadanos, que es la falta de viviendas en alquiler. Así califican desde el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de la Comunidad Valenciana la nueva ley de vivienda.

Afirman que lejos de conseguir ampliar el parque de viviendas disponibles, la norma desincentiva a los propietarios. 

Además, el tratamiento que se le da a la ocupación también preocupa y aseguran que esto puede llevar a los propietarios a decidir no alquilar. 

"Si a los okupas se les dan facilidades se les anima a ocupar más y el propietario lo que hace normalmente es vender la vivienda, que sale del mercado de alquiler", ha explicado el presidente del Colegio, Vicente Díez.

Los agentes de la propiedad abogan por una nueva norma de consenso en la que se facilite, de verdad, el acceso al alquiler a los que más lo necesitan.

Sin embargo, no sólo les preocupa la nueva norma estatal, también apuntan a la falta de nuevas construcciones, especialmente en la ciudad de Valencia por la falta de suelo. Un suelo que, dicen, sí hay en términos limítrofes.

Los APIs sugieren algún tipo de intervención o mediación de la Generalitat para conseguir agilizar la construcción en estas localidades, bien comunicadas con la capital. Esta sería medida que aliviaría el problema, al menos, en la ciudad de Valencia.