El cáncer de piel es el más frecuente en todo el mundo, siendo la  exposición excesiva a los rayos ultravioletas, una de sus principales causas.

Los expertos recuerdan la importancia de autoexplorarse la piel una vez al mes con el fin de detectar la aparición de una mancha o lunar nuevo, cambios de tamaño, color, o presentar síntomas subjetivos como el sangrado y picor.

Como medidas de prevención es necesario proteger nuestra piel evitando exponerse al sol en las horas de mayor intensidad, llevar gafas con protección y utilizar cremas solares con factor 15 para las actividades diarias, y a partir de 30, durante las vacaciones al sol. 

Los niños tienen una piel más delgada y son por ello más vulnerables a las lesiones causadas por el sol. Por ello, la Fundación Instituto Valenciano de Oncología recomienda evitar una exposición excesiva en su primer año de vida.