El presidente del Gobierno accede a declarar ante el juez por el caso Begoña Gómez, pero quiere hacerlo por escrito. Así lo ha solicitado Pedro Sánchez en un documento que ha remitido este miércoles al juez Juan Carlos Peinado, quien investiga a su mujer por presunto tráfico de influencias.
En su misiva, el jefe del Ejecutivo ha aludido a su cargo para eludir la declaración oral ante el magistrado y ha subrayado "su voluntad, como no podía ser de otro modo, de colaborar con la administración de Justicia, siempre en el marco del estricto cumplimiento de la Constitución Española y la ley que a todos nos vinculan y que son la máxima garantía de nuestro Estado de Derecho".
Las críticas han llovido inmediatamente desde el Partido Popular. El portavoz del partido en el Congreso, Miguel Tellado, considera que "la cobardía de Sánchez no tiene límites y lo vuelve a demostrar en estos momentos" y ha señalado que "si no hubiese nada detrás de todos los casos que investiga la Justicia, el presidente debería comparecer públicamente en Las Cortes, pero también en el juzgado".
Tellado ha acusado a Sánchez de buscar subterfugios para evitar dar explicaciones sobre la corrupción de su entorno.
En defensa del presidente del Gobierno ha salido la ministra y portavoz del Gobierno de España. Pilar Alegría ha calificado la investigación como "un complot de la derecha y la ultraderecha" y cree que utilizan este asunto "única y exclusivamente para desgastar al presidente y a este gobierno progresista en su conjunto".
Sánchez se posiciona de cara a su posible declaración del próximo martes. Desde Moncloa se confía en que los recursos presentados ante la Audiencia Provincial de Madrid por la Fiscalía y por la defensa de Begoña Gómez supongan el archivo de la causa.
