La séptima ola de la COVID-19 ha venido, por desgracia, para quedarse. Día a día, los contagios por el coronavirus aumentan y la presión hospitalaria continúa siendo una preocupación constante. Además, este crecimiento se va a juntar con la temporada turística a pleno rendimiento, algo que no parece venirle bien a la sanidad valenciana. Solo hay que recordar que hace un mes, la falta de profesionales sanitarios de cara al verano era una preocupación y la solución era “crear sinergias”. Y hace poco menos de dos semanas, desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), se denunció que en la Comunitat Valenciana hay un déficit estructural tanto de personal como de camas. Por eso, se pidió desde Ciudadanos y el Partido Popular se pidió la comparecencia del conseller de Sanitat, Miguel Mínguez. Mínguez ha hablado este viernes en la comisión de Les Corts sobre la posible falta de sanitarios: “Los contratos que ofertamos están ahí y a la mínima, contratamos. En el momento que encontramos a la persona que necesitamos, la contratamos”. Antes, el conseller ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad: “La sanidad valenciana está preparada para atender las necesidades de esta ola de contagios. Pero en segundo lugar, el mensaje es de prudencia. Es muy importante que sigamos aplicando las medidas de protección”. La conselleria de Sanitat, evidentemente, sigue la línea que ya dibujó Ximo Puig, presidente de la Generalitat, quien informó que no se iban a tomar medidas extraordinarias durante este verano en relación a la situación de la COVID-19. Desde Ciudadanos han explicado su petición afirmando que “queremos saber cómo está la situación de la COVID-19 y cómo afecta a todos los pacientes”. Por su parte, desde el Partido Popular han ido un paso más allá y han definido al sistema sanitario como “un infierno tremendo”.