El pastor de Orihuela sigue presente en la memoria de todos, pero para poder recordarle hay que ir hasta Jaén, lugar en el que la familia política de Miguel depositó su legado en 2012. Se trata de más de 5.000 documentos, manuscritos y objetos personales del poeta que llegaron a tierras andaluzas después de un desacuerdo con Elche, ciudad que originalmente guardaba la herencia del poeta. Se perdían así los vestigios de miguel en la provincia y solo quedaba su casa natal de Orihuela y algunos recuerdos. Casi diez años después el poeta vuelve a casa de manera temporal gracias a un acuerdo firmado entre las diputaciones de Alicante y Jaén. La exposición a plena luz se basa en fotografías, manuscritos, cartas y libros que mostraron al público hace tres años en Jaén, y que ha viajado a importantes ciudades como Madrid, Manchester, Dublín, Nueva York, Chicago o París. La muestra cerrará su periplo en Alicante. La misma ciudad en la que fallecía Miguel, de hecho el año que viene se cumplirá 80 años del fallecimiento de Hernández en el Penal de Alicante. Un periplo de vida, amor y muerte que también llegará a las pantallas a través de una miniserie dirigida por Benito Zambrano