Todos los establecimientos con sistemas de refrigeración deberán disponer de cierres automáticos en las puertas de acceso antes de este viernes 30 de septiembre.
Así lo señala el decreto de ahorro energético que publicó el Gobierno en el mes de agosto, donde además se expone que la finalidad de esta medida es evitar que las puertas se queden abiertas permanentemente, con el consiguiente despilfarro por pérdidas de energía al exterior.
Durante los últimos dos meses, las empresas que fabrican puertas automáticas han notado un incremento en las ventas. Sin embargo, la situación se complica para el sector ya que aseguran que no hay capacidad suficiente para atender toda la demanda.
Es por ello que los comerciantes solicitan una moratoria para poder cumplir la normativa. No obstante, muchos de ellos no están de acuerdo con aplicarla. Los comerciantes afirman que tener las puertas cerradas perjudicará a sus ventas y argumentan que con la puerta abierta entra más gente.
Además, la instalación de puertas automáticas puede costar entre 2.000 y 6.000 euros, lo que supone una inversión importante que desechan, sobre todo, los negocios pequeños.