Los transportistas se encuentran en estos momentos en un contexto de "tormenta profunda", así lo califican ellos mismos. Un tormenta marcada por la escalada de costes y la competencia desleal.
De hecho, el 51 % de las empresas de transporte reconocen haber reducido su actividad durante el primer semestre del año. El 79% aseguran que sus beneficios también han descendido.
Otro de los problemas a los que se enfrenta el sector es la falta de conductores jóvenes. "El problema no está ya, va a estar dentro de unos años. Hay que tener en cuenta que en torno a un 3% son menores de 25 años, mientras que el 80% de los conductores está entre los 50 y los 60 años", señala Juan Francisco Ortega, vicepresidente de FVET.
Por ello, apuestan por planes y ayudas que incentiven el oficio de cara a futuras generaciones. El presidente de FVET, Carlos Prades, asegura que "estamos muy implicados en la formación".
A sus problemas también se suma el incremento del precio del combustible, que sigue un 20% más caro que antes de la pandemia.