Valencia va a poner freno a los apartamentos turísticos con la normativa más restrictiva en todo el territorio español donde para conseguir una licencia se deberán pasar hasta cinco filtros o “candados limitaciones”, tal y como los ha denominado el concejal de Urbanismo y Vivienda, Juan Giner, para que su implantación sea sostenible y evitar una saturación a la que se ha llegado en algunos barrios por los más de 8 años sin control ni normativa del anterior gobierno de Compromís y PSOE.
Valencia sólo permitirá en los barrios que el 2% de las viviendas se destinen a alojamientos turísticos y se impondrán hasta cinco mecanismos para restringir aún más la proliferación de alojamientos turísticos en la ciudad. De esta forma, el 98% de los inmuebles en cada barrio serán de uso residencial o destinado al comercio/ocio.
No se podrá destinar a apartamento turístico un piso en una comunidad de vecinos y los bajos tampoco se podrán utilizar si la comunidad de vecinos los rechaza, pero debe registrarse en los estatutos de la comunidad. Siempre los alojamientos turísticos deberán estar por debajo de viviendas de uso residencial o en edificios completos. La normativa ya pone freno a que en un bloque de viviendas se utilice alguno de los pisos para apartamento turístico, ya que siempre deberán estar en bajos o primera planta, nunca por encima. Además, el Ayuntamiento obliga a los que estén en primera planta a tener acceso independiente de la finca.
Con el fin de proteger a los vecinos, y mantener una implantación equilibrada entre los barrios, se establecen hasta cinco candados, limitaciones o controles para conseguir una implantación sostenible y no el caos actual generado por falta de control y normativa. Valencia no está contra el turismo, ya que es una de nuestros motores económicos y generadores de empleo, pero debe hacerse sin perjuicio de las personas que viven en nuestra ciudad.