La delegada de gobierno de la Comunidad Valenciana, Gloria Calero, ha hecho balance del dispositivo extraordinario de seguridad desplegado en Valencia el pasado 9 de octubre, el día de la Comunitat Valenciana. Un balance satisfactorio que tuvo una participación de unas 3000 personas y en el que hubo un despliegue de más de 1000 agentes de la Policía nacional, más la policía local que consiguieron que en el acto tuviese cero heridos, ni hubiera ninguna persona detenida, ni ningún daño en comercios ni en mobiliario urbano. Una procesión cívica que, según palabras de Calero, fue igual de complejo que otros años, pero con más seguridad. Una celebración que no estuvo exenta de polémica, tras las declaraciones de partidos como Compromís y Podem que denunciaron que la Policía les impidió participar en la manifestación mientras que, al Partido Popular, Ciudadanos y Vox, no tuvieron ningún problema hacerlo. Calero, ha manifestado que esa decisión es competencia municipal y que el criterio a seguir por motivos de seguridad fue única y exclusivamente de la policía. Como consecuencia, los partidos a los que no permitieron participar, han pedido la destitución inmediata de la delegada del gobierno. En respuesta, la propia Calero denuncia que esas críticas en las redes son innecesarias y lo único que hacen es fomentar un odio innecesario. Polémicas aparte, una jornada celebración que trascurrió con completa normalidad.