Los tres partidos que forman el Botànic han llegado este domingo a un acuerdo que ha permitido al Consell aprobar este lunes la reforma fiscal propuesta por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
El 'president' anunciaba el pasado 27 de septiembre en el Debate de Política General una serie de medidas para reducir el impacto de la inflación "únicamente en las clases medias y trabajadoras". Sin embargo, aunque Compromís y Unidas Podemos apoyaban la bajada de impuestos a las rentas inferiores a 60.000 euros, exigían también subidas a las rentas más altas.
Los socios de Puig pedían compensar los 150 millones que se iban a dejar de recaudar con la reforma subiendo a las rentas altas el IRPF, el impuesto de Patrimonio y el de Transmisiones Patrimoniales.
En este sentido, se producirá un aumento del impuesto de Patrimonio, aunque no tan elevado como exigían los socios de Gobierno. El incremento en la tasa patrimonial afectaría a las rentas superiores a 1,3 millones de euros. El límite del tramo más alto se bajará igualmente de 10,6 millones a 10 millones.
También se darán variaciones en el IRPF para los que cuentan con ingresos más elevados, siempre que lo aprobado hoy continúe vigente en 2024, cuando se harán las declaraciones de 2023. La nueva escala afectaría a quienes ingresan más de 75.000 euros anuales a partir del año próximo.