A pesar de la imagen de tranquilidad y serenidad que se ha querido dar desde las filas socialistas desde el pasado mes de mayo, la derrota electoral comienza a hacer mella en el PSPV.
La principal incógnita es qué pasará con Ximo Puig. Desde el partido señalan que es una decisión personal del expresident el dejar o no la dirección general de los socialistas valencianos, pero dentro del partido las presiones crecen.
El primero en hacerlo patente ha sido el secretario general del PSPV en la provincia de Alicante, Alejandro Soler, quien se mostraba dispuesto a postularse para la dirección del partido. Junto a él suenan varios nombres.
La revalidación del Ministerio de Ciencia por Diana Morant la hace aparecer como una firme apuesta de Pedro Sánchez, aunque carezca de peso orgánico en Valencia.
También se sitúa en la lista la actual delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, persona cercana a Ximo Puig y bien vista por Sánchez.
Otro nombre que lleva sonando desde hace tiempo, pero que parece restar enteros, es el de Carlos Fernández Bielsa.
De momento, este sábado está convocado el Comité Nacional del PSPV. Pocas pistas se han dado sobre qué sucederá en este cónclave interno, aunque lo que sí parece claro es que no se espera, por ahora, la dimisión de Puig. Algunos de sus antiguos colaboradores creen que si acepta el puesto como embajador de la OCDE en París que se le comentó en su día, la opción de convocar un Congreso extraordinario cobraría fuerza.
Lo que se repite estos días en los mentideros políticos es la posibilidad de que el expresident deje el acta de diputado en Les Corts para centrarse en su labor en el Senado. Habrá que esperar para conocer su decisión.