En los últimos meses se ha producido un aumento de las agresiones al personal sanitario vinculado a la merma de condiciones laborales.
Las demoras, las listas de espera y la falta de recursos generan el enfado de muchos ciudadanos, derivando en muchas ocasiones en situaciones violentas con los profesionales de la salud. Éstos piden un mayor refuerzo de la seguridad para evitar daños personales.
Uno de los episodios más violentos se ha dado recientemente en el centro de salud del barrio de La Coma en Paterna. Como consecuencia, se han empezado a instalar botones del pánico, una manera de alertar de cualquier agresión en el menor tiempo posible.
Ante la oleada de episodios violentos, el Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana va más allá. El servicio jurídico se plantea una nueva línea que consistirá en denunciar a la Administración en caso de que se produzca una agresión por "no facilitar elementos de protección adecuados a los médicos que están ejerciendo su labor".