El anuncio de rebaja de impuestos a las rentas inferiores a 60.000 euros planteado por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, está dando que hablar. La decisión del Jefe del Consell desoye la hoja de ruta del presidente del Gobierno y no está consensuada con sus socios de Compromís.
El pasado viernes, el ‘president’ pedía a Sánchez que se penalizará con menos financiación del estado a aquellas comunidades autónomas que bajaran los impuestos. Sin embargo, cuatro días después el Jefe del Consell, anuncia una bajada de los impuestos y se castiga a sí mismo.
La medida anunciada por Puig va en la línea de lo que venía pidiendo el Partido Popular desde hace tiempo.
Horas después de que el presidente de la Generalitat hiciera el anuncio, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, sin nombrar directamente a Puig, aunque sí indirectamente, aseguraba que cada vez que reducimos políticas fiscales, estamos reduciendo ingresos que luego se necesitarán en forma de maestros o de prestaciones. La polémica está servida.