El Valencia solo tardó 6 minutos en ver el abismo cada vez más cerca después de un fallo infantil de Mouctar Diakhaby que aprovechó Cyle Larin para definir a las mil maravillas sobre Mamardashvili. 

Los nervios se apoderaron de un pobre Valencia que apunto estuvo de verse todavía más lejos en el marcador después de un disparo lejano de Sergio Escudero que casi sorprende al portero blanquinegro. 

Por suerte, la justicia divina aparecería en Mestalla para que precisamente Diakhaby conectara un remate que Jordi Masip dejó pasar de manera inexplicable en un gol que liberó al central valencianista. 

Con el Valencia volcado, los de Rubén Bajara encontraron el gol de la manera más inesperada. El canterano Javi Guerra avanzó metros para marcar este golazo y levantar a todo el estadio en el minuto 93.

Con la victoria, el Valencia sale del descenso y llega a la otra final en Cádiz con el cuchillo entre los dientes.