La posible disminución de ratio en las aulas que plantea el Consell para el próximo curso y que afectaría a la escuela pública, y especialmente la concertada, supondría que, en algunos casos, los colegios se salvaran de la desaparición de algunas aulas en zonas donde la población no es suficiente para llenar una línea.
Aunque este aspecto es positivo, esta nueva medida también tiene sus sombras. La secretaria autonómica de Escuelas Católicas, Vicenta Rodríguez, ha señalado que "en principio nos parece muy adecuado reducir ratios, pero respetando siempre el principio de la libertad de elección de centro por parte de las familias".
Esta disminución supondría la pérdida de puestos para el profesorado de la concertada y podría atentar contra la libertad de elección de los padres en el momento de elegir centro para sus hijos.
"La demanda social no puede saltársela una norma que imponga una reducción de ratio. Si hay determinadas familias que eligen un tipo de centro por sus convicciones religiosas, educativas o familiares, eso ha de ser respetado", insiste Rodríguez.
Haciendo balance de las dos legislaturas del Botànic, la concertada considera que se han alcanzado acuerdos, pero que cosas tan importantes como la revisión de la parte del concierto que cubre los gastos de funcionamiento cuya última actualización se aplicó en 2009 han quedado pendientes.