Continúa avivándose la polémica en torno a los insultos racistas que se produjeron en Mestalla del pasado domingo contra el futbolista del Real Madrid Vinicius.
Recientemente, el Comité de Competición ha decidido cerrar por completo la grada Mario Alberto Kempes durante cinco partidos a pesar de que el Valencia CF ya haya identificado a varios de los seguidores que profirieron esos insultos y los haya expulsado de por vida.
Una sanción que el club no comparte y que ya ha anunciado que recurrirá hasta última instancia al considerarla injusta y desproporcionada.
Toda una polémica que hoy de nuevo se ha trasladado al panorama político. La portavoz del Partido Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, ha condenado lo ocurrido en Mestalla porque "nuestro país es un país tolerante" y ha señalado que "en el ámbito del deporte no cabe la intolerancia, ni el racismo, ni la xenofobia, así como no cabe en ningún ámbito de la convivencia entre españoles".
Por su parte, el presidente del Partido Popular en la Comunidad Valenciana (PPCV), Carlos Mazón, considera que "se está estigmatizando a toda la afición", algo que ha querido condenar.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, también se ha pronunciado sobre el asunto y ha asegurado que "lo que se ha puesto de relieve en las actuaciones que están teniendo lugar desde que se tuvo conocimiento de estos hechos es que la sociedad española rechaza masivamente cualquier actitud y cualquier expresión racista", así como que "hay un sistema perfectamente diseñado para actuar en estos casos".