Apenas un minuto tardó el Valencia en demostrar que ni siquiera el jugarse la vida iba a ser suficiente para salir concentrado. Nada más arrancar el partido, Ayoze le ganó la carrera a un dormido Thierry Rendall para batir a Mamardashvili y activar todas las alarmas del descenso. 

Por suerte, el gol no afectó demasiado al Valencia, que estuvo a punto de marcar con un disparo de Javi Guerra que saldría muy cerca del palo de la portería defendida por Claudio Bravo. La misma situación se repetiría antes del descanso con Samu Lino como protagonista, quien no supo aprovechar el error del arquero chileno. 

Ya en la segunda parte y con los transistores a pleno volumen contando el resto de la jornada, el Valencia consiguió el ansiado y tranquilizador empate. Diego López, claro protagonista de la salvación valencianista, definiría a la perfección aprovechando un gran pase de Nico. 

Con el empate, el Valencia parecía haber encontrado la tranquilidad definitiva, pero Yunus Musah se empeñó en complicarse la vida tras una durísima entrada sobre Edgar que le costó la roja solo tres minutos después de haber saltado al césped. 

El Betis quiso acabar la fiesta de Joaquín con victoria y tuvo el segundo gol con un remate de Pezzella que no encontró portería.

Al final, el Valencia se salvó de la quema con un empate que pone fin a una terrible y triste temporada.