Desde este lunes 6 de mayo los teléfonos móviles están prohibidos en las clases de todos los centros educativos no universitarios de la Comunidad Valenciana. La medida ha sido muy bien acogida por los docentes. La mayoría reconoce que la utilización de los dispositivos ya no se permitía y estaba controlada en sus centros, pero aun así señalan que esta regulación normativa era necesaria.

Los alumnos tienen permitido su uso únicamente en actividades didácticas supervisadas por el personal docente, en caso de necesidad por motivos de salud y otras circunstancias autorizadas por el centro escolar.

La norma estará vigente durante todo el curso escolar y con ella se busca hacer frente al acoso y ciberacoso. Asimismo se pretende que los alumnos dejen de "estar pendientes del móvil" mientras están en clase, en el recreo o inluso en actividades extraescolares.

El conseller de Educación, José Antonio Rovira, explicaba el pasado jueves que a partir de ahora "al llegar al centro el móvil se apaga y solo al salir se puede encender", de manera que se pueda evitar "el uso indiscriminado del móvil sin supervisión, que pueden generar dificultades en el aprendizaje y también en la convivencia".

Los centros educativos deben encargarse de retirar los móviles a sus alumnos en caso de que éstos incumplan la norma.