Un hombre de unos 40 años de edad moría en la tarde de ayer tiroteado en en la puerta de su casa, en Alaquàs. El fallecido, de etnia gitana, se encontraba en el momento del crimen con su hijo, de unos 15 años. Fue precisamente él el que abrió la puerta al homicida quien, nada más abrir comenzó a disparar. El menor consiguió esquivar los disparos escondiendose tras una puerta, mientras que su padre recibía varios disparos, dos de ellos en el tórax y el cuello.  El autor de los disparos huía tras cometer el crimen en un coche de color rojo.

El fallecido cuenta con numerosos antecedentes policiales por tráfico de drogas, por lo que en un primer momento se sospechó que podría tratarse de un ajuste de cuentas, sin embargo, tras identificar la policía al agresor, un ex presidiario, se averiguó que la víctima había recibido amenazas tras mantener una relación con la pareja del presunto autor de los disparos. La Policía está peinando la zona para dar con su paradero, de momento desconocido.