Las carillas dentales se han consolidado como uno de los tratamientos más demandados en estética dental, ya que permiten mejorar la sonrisa con mínimas intervenciones en los dientes.

Se trata de finas láminas de porcelana o composite que se colocan sobre la superficie visible de los dientes para corregir color, forma e incluso pequeñas desviaciones de posición.

En Clínica Dental Satorres, con más de 20 años de experiencia en Paterna y Manises, destacan que el éxito de este tratamiento no depende solo de la estética, sino también de la planificación y del respeto a la salud dental. Como explica el Dr. Javier Satorres, director clínico del centro: “Nunca aconsejamos un tratamiento que ponga en riesgo la salud de los dientes. La base siempre es una boca sana y dientes conservados al máximo”.

Un tratamiento completamente personalizado

Antes de colocar las carillas, es fundamental realizar un estudio individualizado de cada paciente. En la clínica se toman fotografías, modelos digitales y escaneos intraorales, lo que permite planificar con precisión la forma y posición de las carillas. Incluso se pueden crear simulaciones digitales o provisionales para que el paciente vea el resultado antes de iniciar el tratamiento. Además, los dientes deben encontrarse en una posición favorable. Aunque pequeñas malposiciones se pueden corregir con carillas, en casos más complejos es recomendable un tratamiento de ortodoncia previo para lograr un resultado más natural y duradero.

Tipos de carillas y duración

Las carillas dentales se realizan principalmente en dos materiales:

● Porcelana: Fabricadas en laboratorio, ofrecen un aspecto muy natural y son resistentes a manchas y desgaste.

● Composite (resina): Aplicadas directamente sobre el diente, permiten un tratamiento más rápido y económico, aunque requieren un mantenimiento más frecuente.

El Dr. Satorres recuerda que, aunque el procedimiento no duele gracias a la anestesia local y a técnicas conservadoras, es fundamental mantener una buena higiene y acudir a revisiones periódicas. La durabilidad de las carillas depende del material, los hábitos y cuidados del paciente, y suele situarse de forma orientativa entre 5 y 15 años.

Resultados naturales y armoniosos

Más allá de la técnica, el objetivo es lograr un resultado que respete la naturalidad de la sonrisa. Como apunta el Dr. Satorres: “Lo bonito, como en cirugía plástica o estética, es que el resultado sea natural, integrado con los dientes del paciente, y que realce su imagen sin exagerar”. Con una planificación cuidadosa y colocación profesional, las carillas permiten transformar la sonrisa de forma rápida y segura, normalmente en dos o tres visitas, adaptándose a las necesidades estéticas y funcionales de cada persona.

El Dr. Satorres subraya que la clave del éxito está en un enfoque personalizado: cada sonrisa es única, y la elección del tipo de carilla debe adaptarse a las características de cada paciente para conseguir un resultado natural y duradero.

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