Valencia ha dado hoy un paso decisivo para consolidarse como capital internacional del estudio sobre el Santo Cáliz: con la ceremonia inaugural del Congreso Internacional de Investigación del Santo Cáliz, la ciudad aspira a convertirse en punto de referencia mundial para historiadores, teólogos y expertos en patrimonio religioso.

El acto, que ha reunido a investigadores nacionales e internacionales, autoridades eclesiásticas y responsables del patrimonio cultural, ha subrayado la relevancia histórica y espiritual de la reliquia, símbolo emblemático de la tradición valenciana. En su intervención, los organizadores han destacado que el congreso pretende “abrir nuevas rutas de investigación, articular un diálogo riguroso entre ciencia, historia y fe, y proyectar al Santo Cáliz más allá de las fronteras locales”.

Durante los próximos días, el congreso desplegará un completo programa: conferencias sobre paleografía, estudios de contexto histórico‑arqueológico, análisis sobre autenticidad y conservación, así como mesas redondas dedicadas a su dimensión cultural, turística y espiritual. Se prevé la participación de expertos que aportarán nuevos enfoques sobre la antigüedad del cáliz, su recorrido histórico, su valor patrimonial y su papel actual en la identidad de Valencia.

Para la ciudad, este congreso supone una apuesta estratégica: unir patrimonio, investigación y turismo cultural. Recuperar el legado del Santo Cáliz con rigor académico —y al mismo tiempo abrirlo a la admiración pública— es visto como una forma de reforzar la identidad local, acercar la historia a las nuevas generaciones y proyectar la imagen de Valencia como escenario de diálogo entre tradición y modernidad. Al finalizar la inauguración, los organizadores han lanzado un mensaje claro: “Este congreso no es solo para expertos, sino para todos aquellos que quieran conocer, debatir y reconocer la dimensión simbólica e histórica del Santo Cáliz”. Con ello, esperan no solo resultados académicos sino también un impulso del patrimonio cultural valenciano, desde su valor religioso hasta su capacidad de generar turismo, cultura e interés internacional.