En el imaginario español está que la izquierda gasta y gasta en beneficio de las clases desfavorecidas, y que la derecha arregla luego las cuentas ruinosas que hereda bajando impuestos y recaudando más.
Los esquemas se rompen cuando la derecha practica políticas sociales o cuando la izquierda se aplica a las rebajas fiscales.
La batalla de los impuestos es un hecho. Las autonomías del PP y la cúpula de ese partido se han lanzado a ella, haciendo anuncios que luego son replicados por los gobiernos socialistas, a veces directamente copiando sus propuestas, como en el caso de la rebaja del IVA de luz y gas.
Los del PP avanzan eliminando Patrimonio y deflactando IRPF donde pueden. Eso hizo que el pasado fin de semana Ximo Puig pidiera que a esas autonomías se les quitara parte de la financiación que obtienen del Estado, ya que se supone que van tan sobradas como para renunciar a parte de sus ingresos propios.
Pero hoy nos encontramos con el anuncio del ‘president’ (saludable por otra parte) de que va a rebajar en la Comunidad Valenciana el IRPF, a pesar de nuestros graves problemas de financiación. Lo mismo sale ahora algún presidente del PP y pide que el Estado le dé menos dinero a la Comunidad Valenciana.