Cientos de autocares han puesto rumbo a Madrid esta madrugada desde Alicante, Murcia y Almería para acudir a la manifestación en defensa del trasvase Tajo-Segura que ha tenido lugar esta mañana frente a la sede del Ministerio para la Transición Ecológica.

Se calcula que más de cinco mil alicantinos han presenciado la protesta. Regantes y agricultores han clamado por el agua tan necesaria en la huerta alicantina al grito de "sin agua, desierto y paro".

Reclaman que el Gobierno de marcha atrás en la reforma prevista en los caudales ecológicos del trasvase Tajo-Segura, una medida que acabará con la muerte de su huerta, según denuncian los regantes. Asimismo, piden el mantenimiento de los caudales de transferencia para garantizar la continuidad del trasvase. 

El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo Segura (SCRATS), Lucas Jiménez, ha trasladado que "creemos que detrás de esto no está solo un ataque al trasvase", sino que también hay "un ataque al modo productivo del levante", lo que asegura que afecta a miles de personas, en concreto, a "70.000 puestos de trabajo directos y 100.000 indirectos".

Jiménez sostiene que el colapso en la economía puede ser "tremendo" si se siguen las políticas de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, a quien califica de "radical y déspota".

Representantes políticos valencianos como el presidente del PPCV y de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón; la consellera de Agricultura, Isaura Navarro; o varios miembros de Compromís, han acudido a apoyar a los regantes.

La ausencia más destacada ha sido la del president de la Generalitat, Ximo Puig, quien tenía una cita empresarial en la Feria Textil de Frankfurt (Alemania).