El sector inmobiliario es, desde hace años, uno de los motores principales de la economía alicantina. El pasado año se vendieron en Alicante cerca de 58.000 viviendas, alcanzando cifras de récord en la provincia.
El atractivo de la Costa Blanca para la inversión inmobiliaria y el interés de los compradores extranjeros por asentarse en la provincia, donde adquieren el 42% de las viviendas que se venden, tiran de forma muy notable del sector.
No obstante, la mayoría de las operaciones se refieren a viviendas de segunda mano, mientras que la venta de inmuebles de nueva construcción no ha recuperado ni siquiera el nivel de 2019 antes de la irrupción de la pandemia.
En cuanto al precio medio de las viviendas, es posible encontrar desde 8.000 euros el metro cuadrado, de obra nueva, hasta algunas de 800 euros el metro cuadrado en zonas retiradas del centro de la ciudad.
Residenciales como PAU 5 o el Nou Nazareth son algunas de las zonas de mayor construcción en Alicante.
Las previsiones para el sector son positivas de cara a los próximos meses en los que la compra de viviendas seguirá siendo un gran filón económico para la provincia de Alicante.