Último día legal para la constitución de los grupos parlamentarios en Les Corts, y por fin los socialistas se han decidido a dar el paso. Ya pueden por tanto empezar a correr los plazos para la sesión de investidura de Mazón, que previsiblemente será a finales de la semana que viene, probablemente el viernes.
Esta tarde la presidenta Massó hablará con el presidenciable Mazón. Massó y Mazón. En el grupo socialista sabemos que Puig será jarrón chino, es decir, presidente, y que la síndica será Rebeca Torró, con dos adjuntos hombres (entre ellos Arcadi España, delfinable) y una portavoz adjunta, María José Salvador, la esposa de Francesc Colomer, el encargado de Turisme de Ximo Puig a quien corteja Carlos Mazón.
Colomer ya ha dicho que no (estaría bueno: su esposa, en un alto cargo socialista, y él en uno del PP), pero la política del presidente de los populares de proponer que algunos altos cargos de Puig lo sigan siendo con él en aras a no romper negociaciones en marcha para la captación de inversiones parece inteligente. Aunque sólo sea porque, por un momento, descoloca al adversario y siembra la duda en la oposición.
Pero hay precedentes. Por ejemplo, cuando tanto PSOE como PP hicieron secretario de Estado y ministro de Defensa a Eduardo Serra, no confundir con Narcís Serra.
La idea de que a los buenos no se les saque de los cargos aunque cambie el color del Ejecutivo es muy estimulante, pero por desgracia, improbable salvo en casos muy contados.