Pocos o ningún desafecto a los valores que encarna el Ejército había anoche en el concierto, magnífico concierto, que brindó en el viejo cuartel de la Alameda la Unidad de Música del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad. Valores que resumen en el amor a la Patria y a su unidad, la solidaridad, y las tradiciones, siempre emocionantes, como la de la ceremonia de arriado de bandera al ponerse el sol.
Nadie de partidos de izquierdas entre el público, con una notable representación de la sociedad civil valenciana y algunas otras personalidades, como el futbolista Ricardo Arias, por citar sólo a uno.
El acceso al patio en el que se iba a celebrar el concierto se formalizaba tras la oportuna identificación de los invitados y un trayecto por tramos en el que hasta seis militares se daban el relevo en el acompañamiento a los civiles que entrábamos al recinto, y que íbamos a situarnos en una de las dos zonas habilitadas. La más cercana al lugar en el que iban a actuar los soldados-músicos, estaba identificada con un color, el verde.
Los militares que nos iban acompañando sucesivamente hasta llegar a los asientos asignados se transmitían verbalmente y a buen volumen la consigna de ubicación, que en nuestro caso era ‘verde’. ‘Verde’, ‘verde’, ‘verde’, se iban diciendo cada uno al siguiente hasta llevarnos al sitio.
Y ustedes me dirán que me voy a pasar de listo, pero que en una coyuntura como la que actualmente vive España estos militares dijeran en voz bien alta cada dos por tres la palabra ‘verde’ a mí me llamó la atención. Porque ‘Verde’ son las iniciales de ‘Viva el rey de España’.