Como este país no debe haber ninguno en el mundo. Tenemos un grupo de hombres armados que entra en otro país, secuestra, viola y mata, degolla bebés, y aún hay gente aquí que duda que sean terroristas.

Con razón luego Israel nos señala con el dedo y Biden, el gran amigo de Sánchez, nos deja fuera de las conferencias internacionales en las que se abordan crisis como ésta.

Sí, es verdad, parte de la izquierda española, por un complejo mal entendido de palestinidad y un acusado anti-judaísmo, reparte culpas por igual, o sólo a los israelíes, sin darse cuenta de que, por ejemplo, Hamás atacó kibutz y no asentamientos. Y eso es relevante, porque los kibutz o colonias agrícolas, son iniciativas social-demócratas, mientras que los asentamientos son obra de la derecha cada vez más extrema de Israel.

Así que los ataques de Hamás, en la práctica, lo son contra los israelíes más de izquierdas, los más pactistas con los árabes, los únicos que predican la paz sin exterminio del adversario en una tierra en la que todos parecen enemigos, los que les quieren dar un Estado.

Luego lo que Hamás busca no es convivencia, ni siquiera coexistencia, sino exterminio. Y puestos a exterminar, yo creo que tiene las de perder. Pobre Gaza.