Uno de los puestos más importantes en toda organización política es el de portavoz. Tal y como se ha puesto la política hoy en día, un portavoz tiene que ser un killer. Ya no es importante ser guapo o moderno o llamarse Borja como Borja Sémper (salvo que seas Borja Sanjuán), sino bronco y copero como Óscar Puente, o -salvando las distancias- como Miguel Barrachina.
Un buen portavoz es medio partido ganado. Gamarra hay quienes piensan que no es buena portavoz para lo que viene.
En la Comunidad hay todo tipo de portavoces en todos los partidos en todas las instituciones. Lo vamos a ir viendo conforme avance la legislatura. En el mundillo político y mediático se hacen apuestas sobre quienes ganarán o perderán a menudo los debates y las tertulias, pero de momento dejaré que ustedes hagan las suyas.
La Comunidad, así en general, también tiene sus portavoces fuera de ella. Hoy en el Senado intervenía Mazón (reivindicando por cierto el valenciano sin 'barra-catalán') y no intervenía Puig (ni en valenciano no en catalán ni en castellano).
Los dos querían, pero al socialista no le han dejado. ¿Y lo van a hacer ministro? A ver, poder ser, puede ser. Y eso sería bueno para la Comunidad Valenciana siempre y cuando el cargo no se emplee para hacerle oposición a la Generalitat, como a veces le toca hacer a la delegada del Gobierno.
Puig y más adelante quién sabe si Mazón quieren seguir los pasos de Lerma y Zaplana, que ya probaron las mieles y las hieles de una cartera gubernamental sin que conste que a la Comunidad le supusiera nada del otro jueves.
Hoy jueves, además de Mazón han hablado algunos otros presidentes del PP en el Senado, todos para contestar al portavoz socialista andaluz Juan Espadas, y sobre todo al catalán Pere Aragonès, empeñado en reconquistar los focos que le roba Puigdemont asegurando que la amnistía es sólo la estación de partida para llegar al destino del referéndum. Lo ha dicho en catalán, pero lo ha dicho en Madrid.
El fugado dirá lo que tenga que decir, en catalán, pero en Bruselas, que es más chachi.
