El desquicie de la clase política española sigue siendo mayúsculo. Y el de los medios de comunicación empieza a ir parejo en algunos casos. Porque leer hoy que ‘Mazón se queda solo con Vox’ y no que Puig se queda solo con Compromís, o que Colón vuelve a ser una ‘autopista urbana’ cuando jamás se ha circulado por esa vía a 120 km/h es como para bajarse ahora mismo de este mundo y dejar que se la peguen ellos solitos.

Otra cosa salada de estos días es que Puigdemont anuncie que votaría con Feijóo para tumbar a Sánchez si Sánchez no cumple el pacto que tiene con él. Pero resulta que a Feijóo lo que le motivaría para votar contra de Sánchez es justamente lo contrario, que sí cumpliera el pacto con Puigdemont. Claro que para contradicciones, la de las portavoces parlamentarias del PP en las Cortes Generales: una quejándose del muro anunciado por Sánchez, la otra anunciando otro muro para defenderse de Sánchez. Aviados vamos con los asesores de Feijóo.

Y ya para nota, lo de estos días en Valencia, tras el debate de concejales valencianos del martes en El Faro, con las denuncias cruzadas que PSPV y Vox han anunciado, la primera por un presunto delito de odio (por una alusión a la supuesta vinculación de determinadas etnias con el machismo), la segunda no tengo muy claro por qué (parece que por un presunto delito contra el honor), aunque sí sé seguro que en este país cruzar denuncias es la mejor manera de empatar el partido y que no prospere ninguna.