Las cosas que pasan en la política española no podrían formar parte de la trama de ninguna serie porque nadie se creería esa serie y por tanto nadie la vería. Les recuerdo sólo algunas de las últimas cosas que han dicho algunos de nuestros políticos: Ábalos no teme que Koldo tire de la manta porque él se ha portado bien con su ex ayudante.
Aunque aparezca ya en las investigaciones como ‘intermediario’; a María Jesús Montero le parece mal que se metan con la mujer de Pedro Sánchez pero no le parece mal que se metan con el hermano de Díaz Ayuso; Santos Cerdán intenta meter en el caso Koldo a Miguel Tellado a pesar de que un informe judicial desmiente que Tellado se viera con Koldo; a Armengol todo lo que está saliendo le da asco pero no ofrece explicaciones que eviten que lo que se cuenta de ella dé asco a los demás; la teniente fiscal que dijo que Puigdemont no tenía que ser investigado por terrorismo ni se ha inmutado al saber que además de que 11 de los 15 fiscales piensa lo contrario, también lo hace la sala correspondiente del Tribunal Supremo, y por unanimidad. En fin, es lo que da de sí el personal. De sí… o de no. Así es difícil ocuparse de las cosas más próximas.
Pero en cualquier caso, un pensamiento rápido y por tanto efímero: con la anunciada retirada total del ex alcalde Joan Ribó ya no queda en activo en Valencia ninguno de los hombres que, con permiso de Mónica Oltra, encabezaron el cambio en la Comunidad en 2015: Ribó, Morera y Puig ya son pasado. Oltra parece que también, pero nunca se sabe.
