Los más veteranos de ustedes seguramente recuerden que, tras el ‘felipismo’, proliferaron los libros con investigaciones periodísticas sobre acontecimientos de aquellos años que no fueron suficientemente explicados en su momento. Con Aznar pasó igual. Y con ZP.
Cuando acabe el sanchismo el aluvión va a ser de aúpa. Porque ahora los acontecimientos se suceden a la velocidad de la luz, mucho más que antes, y anda que no hay cosas que explicar. Para eso, para explicar, se supone que deberían servir las comisiones parlamentarias de investigación. Pero todos sabemos que no es así. La del Congreso sobre el llamado caso Koldo la va a presidir un valenciano, Alejandro Soler, socialista, abalista para más señas. Es decir, un hombre próximo a Ábalos va a dirigir las investigaciones sobre otro hombre próximo a Ábalos.
¿Qué puede salir mal? Lo de Koldo, si nos atenemos a los indicios, tiene que acabar dando mucho de sí. Y lo de Dominicana, adonde yo no sé qué querencias empujan a los Falcon a ir 39 veces sin aparente justificación en 3 años. Bueno, y a Rubiales, ya saben, que acaba de regresar del Caribe. Dominicana es país de moda en España. Y Arabia Saudí, claro. También gracias a Rubiales y a Moncloa.
Arabia Saudí, de donde acaba de volver Pedro Sánchez tras las ‘cabotàs’ correspondientes al Príncipe al que Estados Unidos vinculó con la extraña muerte de un periodista crítico, la que quiere entrar en Telefónica, la que se quedó la Supercopa de España de fútbol.
Bueno, no hay prisa, esperaremos a que algún periodista de investigación con buenas fuentes nos explique bien todas estas cosas por las que sobrevolamos a diario a tanta velocidad, aunque desde luego eso no vaya a suceder hasta que acabe el sanchismo.