La posible absorción del Banco Sabadell por el BBVA tendría -si se produce- efectos más allá de la reducción del número de oficinas y de empleos, y del traslado de otros trabajadores. La desaparición de la marca Sabadell, mal que bien aceptada por los alicantinos como heredera de las históricas Caja de Ahorros Provincial, Caja de Ahorros de Alicante y Murcia o más modernamente Caja de Ahorros del Mediterráneo y sus obras sociales, supondría también un desgarro emocional para los alicantinos.
Tradicionalmente las fuerzas vivas de la provincia de Alicante han sido tres: la Diputación Provincial, el diario Información y la Caja de Ahorros. Si los vascos del BBVA engullen al Sabadell y desplazan sus sedes alicantinas a Madrid y Barcelona, como se presume, además de que los particulares y empresarios verán reducida la oferta y alejadas las oficinas donde se toman las decisiones que les competen, se producirá una pérdida sentimental muy importante, que desde luego -si me permiten la frivolidad- no va a compensar el ascenso del Hércules. Tiene razón Mazón al estar preocupado.
Sorprende en cambio que Bolaños celebre la posible absorción. Aunque también es verdad que los intereses del president y del ministro se parecen como un huevo a una castaña. No está de más recordarlo hoy, tres de mayo, día de la libertad de prensa, y día de los fusilamientos de época napoleónica. Que ya es mala pata que ambas cosas sean el mismo día, especialmente ahora que va a empezar la caza del bulo y el pseudomedio.