Tal día como hoy hice yo mi Selectividad hace ‘sopotocientos’ años. Ahora los chicos la pasan bastante antes, salvo que tengan que repetir en ese absurdo ‘septiembre’ que ahora tiene lugar en julio para no arruinar las vacaciones de los padres y para arruinar a las academias de repaso. La vida es así, no la he inventado yo, que diría Sandro Giacobbe.

El caso es que se acaba junio, y eso se nota. Hoy hay que hablar de operaciones salidas y de operaciones rebajas. Muy poquitos se van a quedar en casa este año. La mayoría, como siempre, se irá de vacaciones en agosto. Pero sin salir no se quedará casi nadie. Aunque sea para ir al bar a tomar unas tapas. No importa que los precios de los alimentos y del sector turístico en su conjunto hayan subido. Y mucho. Los españoles, de esas cosas, no nos privamos. La mayoría. Aunque los ingresos sean mínimos y vitales en algunos casos.

‘Que me quiten lo bailao’ debería ser el lema de este país, y no desde luego el bienintencionado ‘la cultura del esfuerzo’. Ni tampoco el olvidado ‘non plus ultra’. Salvo que ese latinajo signifique ‘no más ultras’, pensarán algunos de la generación mejor formada de la historia. Pero me parece a mí que no es eso.