En coche oficial, vestida de negro y acompañada de cuatro personas, previsiblemente miembros de Seguridad de Presidencia. Así ha llegado Begoña Gómez a los juzgados de la Plaza de Castilla para prestar declaración ante el juez instructor por los presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.

La comitiva accedía por el garaje a las instalaciones acompañada de fuertes medidas de seguridad. Las televisiones se agolpaban a 50 metros de distancia y una treintena de furgones y decenas de policías velaban por la seguridad en un despliegue sin precedentes.

Finalmente, la cita ha durado pocos minutos. El juez ha suspendido la declaración se ha suspendido y el juez ha vuelto a citar a Begoña Gómez el próximo 19 de julio. La razón: a la mujer del presidente no se le notificó la querella de Hazte Oír, una de las acusaciones de la causa.

Ya esta mañana, antes de comenzar la declaración, el portavoz del Partido Popular, Borja Sémper, se ha referido sobre la comparecencia de la mujer del presidente. Éste ha mostrado su confianza en la Justicia e insistía en que Pedro Sánchez debe dar explicaciones.

Así las cosas, la imagen de la mujer de Pedro Sánchez en los juzgados se repetirá el próximo día 19 de julio. El juzgado deberá dilucidar por un lado si Begoña Gómez aprovechó la condición política de su marido para ascender profesionalmente y, por otro, si influyó en las adjudicaciones a empresas cuyos responsables son conocidos suyos.