Pasqual Mollà no es un hombre cualquiera. El expolítico ilicitano hace casi más política ahora que cuando estaba en Les Corts. Mollà, al que se conoce popularmente por ser el padre de la exconsellera Mireia Mollà, es también uno de los fundadores de Compromís, y del mismísimo pacto del Botànic que permitió al PSPV gobernar la Comunidad con la ayuda de los naranjas.

Mollà ahora no quiere llegar tan lejos. Pero sus declaraciones anoche en El Faro, instando a su formación política a llegar a acuerdos con el PP que permitan evitar el fracaso democrático (así lo llamó) de una convocatoria adelantada de elecciones autonómicas, son todo un aldabonazo a muchas conciencias y una llamada a la alta política ahora que Vox se ha despejado a sí mismo a córner.

Mazón sabe lo que es pactar con Compromís, ya lo hizo en la Diputación de Alicante. Y Compromís, en el fondo, también sabe lo que es pactar con el PP: en la Mesa de Les Corts, por ejemplo, o ayer mismo en Bruselas, en la elección de González Pons como vicepresidente del Parlamento Europeo, apoyado por Vicent Marzà. Ojo, y por la socialista Sandra Gómez. Y si Baldoví puede llegar a acuerdos con los populares, ¿Diana Morant, que es secretaria general del PSPV, pero también, sobre todo, es ministra del constructor de muros Pedro Sánchez, va a ser la única excepción?