Hoy se cumple un año de la victoria de Sánchez. Sí, de Sánchez. Acuérdense de lo que dijo aquella histórica noche: ‘nosotros somos más’. Y así fue, fueron más, aún son más de hecho, y por eso gobiernan, aunque el PP obtuviera más votos. Donde gobierna el PP es en comunidades y ayuntamientos, entre otros, los más importantes de la Comunidad Valenciana. Hoy, tras la ruptura de Vox con el PP (por mucho que se empeñen en venderlo al revés) ha habido dos ocasiones en las que Vox, para regocijo de la izquierda, podía haberle hecho daño al PP, y no ha sido así.
Los socialistas han pedido en Les Corts que comparezcan antes de las vacaciones los nuevos consellers, los que sustituyen a los de Vox, y Vox le ha dado la razón al PP y ha votado en contra de esa urgencia. Y en el consistorio valenciano Compromís ha presentado una reprobación contra María José Catalá por el lío de Mestalla (usando además palabras y expresiones de Vox para hacer más difícil que los de Abascal votaran que no), y los de Abascal han votado que no y han salvado a la alcaldesa de esa mácula en su expediente.
Bueno, al menos estas dos veces Vox ha tenido claro para qué no le han votado: para darle triunfos a la izquierda.