La idea-fuerza del recurso del Supremo al Constitucional por la ley de Amnistía a mí no me parece que esté en el número de veces (que son muchas) que dice que lo que se intentó en Cataluña con el procés fue un golpe de Estado. La idea central, la demoledora, a mí me parece que es la de que en España no todos somos iguales. El principio de igualdad queda según el Supremo vulnerado por esa ley.

Según el Supremo, y según cualquier que tenga dos dedos de frente y no tenga dependencia directa del Gobierno, que es quien promovió ese texto legal. Los que realizaron o incitaron a realizar hechos tan graves han sido exonerados de sus responsabilidades penales por un pacto entre políticos, y eso no sucede en otros casos.

Juan Carlos I dijo aquello de que todos somos iguales ante la ley porque al final tanto su hija como su yerno pasaron por el banquillo, por cierto que con cámaras grabándoles incluso desfilando. En aquel momento se podía pensar que tenía razón. Pero ahora, con Begoña Gómez, por ejemplo, no está siendo así.

Tengo dicho que el Gobierno de su marido va a pasar a la historia por ‘sacador’, si me admiten el palabro: ha sacado a violadores con la ley del ‘sí es sí’, a golpistas con la Amnistía, y a corruptos andaluces condenados con la mayoría progresista del Constitucional. Porque los españoles no somos iguales ante la ley, una verdad ‘suprema’ que el Constitucional sin embargo dirá que es mentira.