Debido al aumento de las prácticas deportivas y lúdicas en esta época, es habitual que se incrementen las urgencias relacionadas con fracturas en extremidades, esguinces articulares, traumatismos y dolores de columna.
Una de las lesiones más frecuentes es la rotura del dedo meñique del pie como consecuencia de ir descalzos o en chanclas por casa o la piscina. En cuanto a las lesiones por zambullidas, aumentan tanto las de pequeña entidad como los traumatismos leves hasta lesiones medulares con secuelas irrevesibles.
Tal y como explica el doctor Jaime Alonso, responsable de la unidad de traumatología del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, "lo que hay que tener claro es que la práctica deportiva implica siempre un buen calentamiento previo y por supuesto una hidratación correcta pre, durante y post ejercicio para no sentir debilidad ni mareo que favorezcan las caídas. Además, se debe adecuar la intensidad de la actividad física al estado general de cada uno y es importante al finalizar, una buena sesión de estiramientos. " En el caso de un golpe, lo primero es inmovilizar y aplicar frío en la zona dañada. Posteriormente, si no mejora la lesión, acudir centro médico para recibir un diagnóstico correcto y así poder aplicar el tratamiento que corresponda", comenta el profesional.
El tenis o el golf son actividades muy populares en esta época y que conllevan visitas a la consulta del traumatólogo. Según explica el profesional, "lo más habitual son casos de epicondilitis ( codo de tenista) o epitrocleitis (codo de gilfista). Ambas lesiones se producen por no aplicar una técnica adecuada en el golpeo o no utilizar material adecuado". El running es otra de las actividades más practicadas y son frecuente los daños en los ligamentos o los esguinces de tobillo. " Además de una preparación previa, se recomienda correr por superficies planas evitando terrenos con hierba o mojados", subraya el doctor Alonso.
Otro de los deportes habituales es el ciclismo. Las lesiones más frecuentes se producen a causa de las caídas. " Por ello, es imprescindible utilizar casco, para minimizar el riesgo de lesiones craneales", afirma el especialista.
Fuera del ámbito deportivo, en los meses de verano acuden a las consultas de traumatología paciente con lesiones en el cuello por lanzarse de manera inapropiada desde rocas o en piscinas donde desconocen la profundidad o la existencia de piedras en el fondo del mar. " Por lo general, afirma el doctor Alonso, se produce hiperextensión del cuello, que lesiona las partes blandas. Aunque también puede ser causa de fracturas vertebrales o lesiones medulares irreversibles. Ante esta situación lo primero que se debe realizar es inmovilizar el cuello para no agravar la lesión".
El otro gran lugar de lesiones son los parques. " No es que los parques sean más peligrosos en verano - afirma el doctor Alonso- es que los niños tienen mucho más tiempo libre y añadido a que los días son más largos, están más tiempo disfrutando d estos espacios, y por tanto todos los veranos observamos un aumento muy considerable de las fracturas de estremidad superior en la población infantil".