Alrededor del 20-30% de los adultos españoles padecen de insomnio, mientras que se estima que la apnea obstructiva del sueño (AOS) afecta a más del 10% de la población adulta, aunque la mayoría de los casos no están diagnosticados. Ambas alteraciones del sueño provocan fatiga persistente, dificultades de concentración y alteraciones del ánimo. En muchos casos, los síntomas se confunden con estrés, ansiedad o depresión, sin que se llegue a explorar el origen fisiológico del problema.
La consecuencia es un número creciente de personas que trabajan sin descanso real. " Nos enfrentamos a una fatiga crónica socialmente aceptada", explica la doctora Amina Bekki, especialista en neumología del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, quien afirma que "no tratar el insomnio es muy peligroso porque normaliza el bajo rendimiento, los errores en el trabajo, el absentismo laboral y la desconexión emocional, todo bajo la etiqueta del "agotamiento". Según la especialista, "el sueño de calidad debería considerarse un indicador de salud poblacional, igual que la presión arterial o la obesidad".
Para la especialista "diagnosticar el insomnio es fundamental porque el sueño de mala calidad afecta gravemente la salud física y mental, pudiendo llevar a enfermedades crónicas como diabetes, problemas cardiovasculares y depresión"
Los transtornos del sueño mal tratados pueden generar accidentes laborales y de tráfico, jubilaciones anticipadas, consumo excesivo de ansiolíticos o fármacos para la tensión arterial, incluso hospitalizaciones. " En el caso de la AOS, las pausas respiratorias nocturnas interrumpen el oxígeno cerebral repetidamente, elevando el riesgo de hipertensión, arritmias, infarto e ictus. Y sin embargo, la solución no es compleja. Una prueba sencilla como la poligrafia respiratoria puede detectar la AOS y cuantificarla".
Un diagóstico y tratamiento correctos pueden alivar los síntomas, mejorar el estado de ánimo, aumentar el rendimiento diurno y restaurar la funcionalidad general del paciente. Además, el diagnóstico permite detectar otros problemas como la apnea del sueño o el síndrome de movimientos periódicos de las piernas, que tambiém interrumpen el sueño y requieren intervenciones específicas. " El diagnóstico ayuda a determinar si el insomnio es primario o si hay una condición médica o de salud mental subyacente que lo está provocando.
Al entender la causa, se puede seleccionar la estrategia terapéutica más afectiva, que puede incluir terapia cognitica - conductual, medidas no farmacológicas o, en algunos casos, medicación específica. En el caso de la AOS, conseguir un peso ideal, establecer una estrategia clara de medidas higiénico - dietéticas y, en su caso, el inicio de terapia con CPAP nocturna podrían mejorar significativamente la calidad del sueño y prevenir el riesgo cardiovascular relacionado con esta patología", afirma la doctora Bekki.