Pocas veces un empate a cero sabe tan bien como el cosechado ayer en Mendizorroza por el Levante en el partido de ida de la final del ascenso a Primera ante el Alavés. Y eso que los de Javi Calleja pudieron adelantarse en varias ocasiones y, como viene siendo tónica habitual durante toda la temporada, con Joni Montiel como protagonista. 

Sus disparos desde lejos del área estuvieron a punto de convertirse en un camino hacia la Primera División, pero Antonio Sivera sacó los dos lanzamientos. 

El Alavés, impulsado por su afición, intentó reaccionar con acciones aisladas como un lanzamiento de Antonio Moya o con otro cabezazo de Nahuel Tenaglia, acciones a las que Joan Femenías respondió con seguridad como durante las últimas semanas. 

Los arreones del Alavés se quedaron en un susto y el Levante siguió buscando con ahínco un gol que tuvo primero en las botas de Wesley Moraes, quien no pudo superar a un acertado Sivera, y en las de Jorge de Frutos con un balón que salió cerca de la madera.

Al final, un empate valioso que le vale a un Levante que se jugará la última bala del ascenso en el Ciutat.