Durante la madrugada del domingo al lunes se escribió una nueva página en la historia del deporte español. Carlos Alcaraz vencía a Casper Ruud (6-4, 2-6, 7-6, 6-3) en la final del US Open y se convertía en el tenista más joven de la historia en alcanzar el número 1 de la lista ATP.

El histórico éxito también dejó su parte de protagonismo al deporte valenciano. El entrenador de Alcaraz, Juan Carlos Ferrero, vibraba con cada golpe de su pupilo y celebró el triunfo por todo lo alto.

El que fuera número 1 del tenis mundial en 2003 y ganador del Roland Garros en ese mismo año ha sido quien ha caminado junto con Alcaraz hacia lo más alto del deporte de la raqueta. Como el propio Alcaraz reconoce, "Ferrero es mi segundo padre".

El entrenador alicantino disfrutó como nadie, quizás consciente de que el título norteamericano es solo el primero de los muchos grandes que puede levantar Alcaraz.

El propio Ferrero se encargaba de lanzar el aviso: "Nació para jugar estos torneos y estos partidos. Pero está todavía al 60% de su potencial".