Cuatro agentes de Policía Nacional han salvado la vida de un hombre de 89 años que se encontraba descolgado desde un segundo piso, a una altura de unos 15 metros, tumbado lateralmente sobre un bordillo saliente de unos 10 centímetros, siendo ayudado a sujetarse a la reja del balcón por una mujer.
Los policías accedieron hasta el lugar por el piso colindante, que comparte balcón, y rompieron el separador de cristal para llegar hasta el anciano y ponerlo a salvo. Los hechos ocurrieron el domingo, sobre las 8:15h de la mañana, cuando los policías fueron comisionados por la Sala del 091 para que acudiesen a una vivienda del distrito valenciano de Marítim, donde según varias llamadas, un hombre de avanzada edad se encontraría colgando de un balcón siendo ayudado a sujetarse a la reja por una mujer.
Inmediatamente y dada la gravedad de la situación, los agentes acudieron al lugar donde observaron a un hombre que se encontraba con el cuerpo por fuera del balcón a una altura aproximada de unos 15 metros de altura, tumbado lateralmente sobre un saliente del mismo de unos 10 centímetros de ancho y siendo ayudado por una mujer a sujetarse a la reja.
Así mismo se percataron de la presencia de cuatro contenedores en la acera que habrían sido colocados bajo el balcón por los viandantes para amortiguar la caída, ante el temor de que el hombre cayera al vacío. Ante la urgencia de la situación y viendo que la vida del anciano corría peligro, los agentes intentaron acceder a la vivienda por todos los medios posibles y, ante la imposibilidad, decidieron acceder por el piso del portal contiguo, el cual compartía balcón, únicamente separado por un cristal, con la vivienda donde se encontraba el hombre.
Una vez en el domicilio contiguo, los agentes rompieron el cristal que separaba los balcones, accediendo rápidamente a donde se encontraba el anciano consiguiendo entre ambos y con gran esfuerzo, subir e introducirlo en el interior.
Cuando lo pusieron a salvo, los policías averiguaron que la mujer que estaba intentando ayudarlo en el balcón era su cuidadora, la cual, momentos antes y al poco de supervisar que el hombre dormía en su habitación habría escuchado ruidos en la terraza, asomándose y viendo al anciano descolgado por el balcón.