El nuevo Valencia Basket de Álex Mumbrú no empezó con buen pie la temporada en la Euroliga. En casa y ante Cazoo Baskonia, los taronja pagaron muy caros sus cortocircuitos y su proceso de cohesión.
En la locura y el descontrol del primer cuarto, Klemen Prepelic se erigió como el líder con varias acciones positivas que lanzaron al Valencia Basket, fortalecido con Jasiel Rivero y preocupado por la irrupción de Maik Kotsar.
Pero con los cambios en el puesto de base y la entrada de un tirador como Jared Harper, los taronja se vieron superados en el segundo cuarto. Y para muestra, el desperdiciar 9 puntos de ventaja y el 2-17 de parcial y los 6 minutos finales de la primera parte sin anotar. Baskonia crecía y los de Mumbrú, desconectados.
La historia pareció cambiar en el tercer cuarto y el Valencia Basket recuperó su fluidez ofensiva, aunque a cuentagotas y con el juego individual por bandera. Mientras, Baskonia sumaba actores secundarios como Giedraitis y Hommes y se mantenía por delante en el marcador.
Con Baskonia lanzado, Thomson se encargó de dirigir y tomar las decisiones perfectas para sellar un triunfo que vació la Fonteta antes de tiempo.